Gobernanza de Datos: el camino real hacia el cumplimiento de las leyes de protección de datos
- cristian lopez
- 22 ago
- 4 Min. de lectura

Vivimos en una era en que los datos personales son el recurso más valioso… y también el más sensible. Cada clic, cada transacción y cada documento digital contiene información que debe protegerse. Los titulares de datos —clientes, ciudadanos, trabajadores— hoy exigen algo más que políticas escritas: demandan garantías tangibles de que sus derechos están siendo resguardados.
La pregunta es clara: ¿cómo pasamos de las obligaciones legales al cumplimiento operativo real?La respuesta es una: gobernanza de datos.
1. Un escenario global de exigencias crecientes
Europa: el GDPR estableció un estándar global de responsabilidad (“accountability”), privacidad desde el diseño (privacy by design) y derechos reforzados para los ciudadanos.
Estados Unidos: la CPRA amplió el marco de la CCPA con obligaciones de minimización, limitación de finalidad y nuevas restricciones al uso de datos.
América Latina: la región se está alineando con estos modelos, y en Chile la Ley 21.719 marca un antes y un después al crear una Agencia de Protección de Datos y exigir un Delegado de Protección de Datos (DPO) en muchas organizaciones.
El patrón es el mismo: no basta cumplir, hay que demostrar cumplimiento.
2. El desafío para las organizaciones en Chile
La Ley 21.719 introduce exigencias concretas:
Licitud y proporcionalidad en el tratamiento.
Derechos ampliados para los titulares, con plazos estrictos para su gestión.
Responsabilidad proactiva: la organización debe probar que aplica medidas “adecuadas”.
Supervisión activa por parte de la Agencia de Protección de Datos.
Esto obliga a las instituciones —públicas y privadas— a tener claridad sobre sus datos:
Dónde están.
Quién los usa.
Con qué finalidad.
Durante cuánto tiempo se retienen.
Y, sobre todo, cómo se responde de forma transparente y dentro de plazos legales.
3. Gobernanza de Datos: el puente entre la ley y la práctica
La gobernanza de datos, tal como la define el marco DAMA DMBOK, permite que las leyes de protección de datos no queden en declaraciones, sino que se conviertan en procesos vivos y medibles.
Elementos clave:
Inventario y linaje: mapear dónde están los datos personales y cómo circulan entre sistemas.
Roles y responsabilidades: propietarios, custodios, stewards y DPO para asegurar control distribuido.
Políticas vivas: retención, acceso, clasificación, aplicadas de forma práctica y auditada.
Controles técnicos: cifrado, prevención de fugas (DLP), monitoreo de accesos.
Evidencias: registros que prueban cumplimiento frente a auditorías o fiscalización.
En simple: la gobernanza es la forma de “hablar el idioma operativo de la ley”.
4. Una hoja de ruta práctica: primeros 90 días
Días 0–30: Preparación
Crear la Oficina de Gobernanza de Datos.
Definir un dominio piloto (ejemplo: “datos de clientes” o “datos de empleados”).
Días 31–60: Visibilidad
Elaborar un inventario de datos personales.
Crear un catálogo inicial con definiciones de negocio y metadatos básicos.
Días 61–90: Operación
Implementar políticas de acceso y retención.
Establecer el proceso de gestión de solicitudes (DSAR/ARCO).
Definir indicadores clave (tiempo de respuesta, % de datos inventariados, % con responsables asignados).
Con este plan, en solo tres meses es posible mostrar avances concretos y generar confianza en reguladores y ciudadanos.
5. Ejemplos internacionales y sectoriales
Sector financiero: bancos europeos implementaron catálogos de datos y lograron responder derechos de acceso en menos de 15 días, reduciendo riesgos de sanciones.
Instituciones públicas: gobiernos que adoptaron oficinas de gobernanza han mejorado tiempos de respuesta ciudadana y la calidad de sus estadísticas oficiales.
Empresas tecnológicas: al aplicar principios de privacy by design desde el inicio de proyectos, redujeron costos de correcciones posteriores y mejoraron su reputación de marca.
Estos ejemplos ilustran que la gobernanza no es solo para grandes corporaciones: es una práctica replicable en cualquier organización.
6. Métricas que convierten el cumplimiento en evidencia
% de datasets inventariados (meta: al menos 80% en 90 días).
Tiempo medio de respuesta a solicitudes de acceso/borrado (meta: <30 días).
% de proyectos con checklist de privacidad por diseño (meta: 100% a fin de año).
% de datos con política de retención aplicada.
Número y severidad de incidentes de datos registrados.
Estas métricas hablan el mismo lenguaje que la Agencia reguladora: transparencia y responsabilidad proactiva.
7. Más allá del cumplimiento: confianza como activo
Cumplir con la ley es solo el punto de partida. Las organizaciones que gobiernan bien sus datos logran:
Confianza de clientes y ciudadanos.
Mayor eficiencia al reducir duplicidades y accesos innecesarios.
Valor estratégico: datos confiables para mejores analíticas y decisiones.
La gobernanza, en este sentido, no es solo defensa: es una ventaja competitiva y reputacional.
¿Cómo puede ayudar Passus en este camino?
La implementación de gobernanza de datos y cumplimiento en protección personal puede parecer un desafío complejo. Aquí es donde una consultora especializada marca la diferencia.
En Passus hemos acompañado a organizaciones públicas y privadas en Chile y la región en procesos de adopción de inteligencia artificial, gestión de datos y cumplimiento regulatorio. Nuestro enfoque combina expertise técnico, conocimiento regulatorio y una metodología práctica, que permite a las instituciones avanzar paso a paso, con resultados visibles en poco tiempo.
Algunas de las formas en que podemos apoyar son:
Diagnóstico inicial y plan de acción: identificar brechas frente a la Ley 21.719 y a estándares internacionales (GDPR, CPRA).
Diseño e implementación de la Oficina de Gobernanza de Datos: definición de roles (owners, stewards, custodians, DPO) y políticas iniciales.
Inventario y linaje de datos personales: construcción de catálogos, mapas de datos y flujos de información sensibles.
Playbooks de cumplimiento: procesos para solicitudes de acceso/borrado (DSAR), retención/anonimización y privacidad desde el diseño.
Capacitación y cultura: talleres prácticos para que los equipos comprendan y apliquen la gobernanza en su día a día.
Tecnología habilitadora: asesoría en el uso de herramientas como catálogos de datos, etiquetado de sensibilidad, Apache Atlas, OpenRefine o integraciones con inteligencia artificial para monitoreo y auditoría.
En cada proyecto buscamos un equilibrio entre cumplimiento regulatorio y creación de valor: proteger a las personas, cumplir la ley y, al mismo tiempo, convertir los datos en un activo confiable para la toma de decisiones.
Conclusión
El cumplimiento normativo en protección de datos no es solo una obligación: es una oportunidad para construir confianza y fortalecer la gestión institucional.
Con el acompañamiento adecuado, la gobernanza de datos deja de ser una meta lejana y se convierte en una capacidad instalada en la organización.
Ese es precisamente el compromiso de Passus: ayudar a que las instituciones chilenas y latinoamericanas transiten este camino con seguridad, claridad y resultados medibles.